El texto nos acerca a las realidades lingüísticas desde el respeto e intentando explicar las evoluciones lingüísticas citando, pero no basando su explicación, en el entorno político y social de las zonas de los hablantes.
Lengua, dialecto y habla
Comienza el autor enumerando las diferentes lenguas que conviven en España: castellano, catalán, gallego y vasco así como apunta que existen “variedades dialectales”.
Prosigue con la aclaración de los términos lengua, dialecto y habla, a fin de evitar confusiones en la lectura. Aunque todos tienen en común que sirven para comunicarse, es la actitud de los hablantes frente a estos términos lo que las diferencia.
Mientras que la lengua se rige por una norma, se usa entre personas cultas y se difunde a través de las instituciones oficiales y públicas (enseñanza, medios de comunicación, etcétera) en una amplia comunidad; el dialecto es considerado una variante lingüística. Es un sistema lingüístico derivado y que depende de la lengua del que evolucionó.
El dialecto, además, no alcanza la dimensión culta ni suele tener una norma elaborada. Y se suele limitar a una zona concreta y usar en ciertos ámbitos, usándose en otros, la lengua.
En España, un hablante que no hable el dialecto podrá entenderse con uno que sí, debido a la proximidad entre las lenguas y las variedades, exceptuando algunos dialectos del vasco.
El habla a veces se puede confundir con el dialecto. Son variedades lingüísticas restringidas a una zona muy concreta que incluso pueden variar de pueblo a pueblo. Existen numerosas causas extralingüísticas en el desarrollo de dialectos y hablas, entre ellas las políticas, sociales, culturales, geográficas y estratégicas.
Se suele valorar entre los hablantes más una lengua que un dialecto y éste a su vez más que un habla.
Clasificación de dialectos
Existen varias formas de clasificar los dialectos:
-Variedades diatópicas o geográficas (leonés, aragonés, etcétera): Es la clasificación originaria.
-Variedades diastráticas: Distintos niveles dentro del mismo sistema lingüístico (culto, popular, etcétera).
-Variedades diafásicas: Distintos estilos de comunicación (coloquial, formal, etcétera).
El bilingüismo y la diglosia
Otros términos que se explican en el texto son el bilingüismo y la diglosia.
El primero hace referencia a la convivencia de un hablante con dos lenguas en un mismo ámbito.
El segundo, la diglosia, hace referencia a la misma convivencia pero con la peculiaridad de que una de las lenguas resulta favorecida frente a la otra.
Antecedentes sobre la formación de las lenguas de España
Aquí se expone cómo la evolución histórica en la península ibérica ha conformado el mapa lingüístico actual.
Desde antes de la invasión romana las tierras “de paso” han tenido una mayor influencia lingüística de otras lenguas. Sin embargo, es el latín la lengua que se impone a cualquiera lengua prerromana, a excepción del vasco.
Y es el latín, mezclado con estas otras lenguas, lo que provoca la diversificación actual.
Tras la época romana, visigodos, musulmanes y la época de la Reconquista son los que dibujan el mapa definitivo. Ésta última etapa y el modo en que fue ejecutada es crucial para entender la evolución de las diferentes variedades a lenguas (catalán, gallego) y la no evolución del leonés y aragonés sino en lo que fue el castellano.
Además se apuntan las peculiaridades del castellano en las diferentes comunidades lingüísticas.
En resumen, el texto nos invita a reflexionar sobre el concepto de lengua y variedad lingüística y sobre la evolución histórica de éstas en España.
lunes, 4 de mayo de 2009
martes, 14 de abril de 2009
Reseña sobre el texto extraído de “El abecé de la pragmática” de Graciela Reyes
El texto nos introduce en el universo de la pragmática. En su definición y en la descripción del origen y tendencia actual de esta nueva disciplina.
El significado contextual
La autora nos advierte que, si bien todos los estudios relacionados con la pragmática nos acercan a la definición de contexto, no son pocas las controversias generadas en torno al mismo. A lo largo del texto son muchas las anotaciones sobre las discrepancias entre lingüistas y entre los mismos pragmatistas.
A partir de aquí, la autora nos ilustra con el análisis del objeto de estudio de la pragmática.
Existen dos tipos de significado, el significado de la oración y el significado del hablante. La semántica estudia el primer tipo de significado y la pragmática el segundo.
La pragmática se puede entender como una subdisciplina de la gramática, como defiende la autora, aunque algunos lingüistas la localizan fuera.
La lengua es algo convencional, no natural. La pragmática estudia la porción de significado que no es convencional, gramatical, que no está sujeto a reglas. Esto hace que genere cierto recelo su estudio.
La semántica relaciona unas formas lingüísticas con los objetos del mundo que esas formas representan, pero no se pregunta para qué le sirve a un hablante emitir esas formas en un contexto comunicativo: ésa sería la tarea de la pragmática.
Los deícticos
La lengua posee elementos gramaticales que codifican algunos aspectos del contexto. Entre éstos se encuentran los deícticos: hacen conexiones entre lo que se dice y entidades del contexto. Aluden al contexto: a quién va dirigido el mensaje, al tiempo de la acción, etcétera.
Los deícticos están en el límite entre la semántica y la pragmática. A partir del momento en que, para asignar significado a expresiones lingüísticas debemos recurrir al contexto, estamos haciendo pragmática.
Muchos lingüistas creen que la pragmática empieza y termina en esas expresiones y deícticos.
Lo que no está en la gramática no es lingüístico y, por tanto, no puede ser objeto de una ciencia lingüística. Los diferentes deícticos y convenciones cubren parte de ese significado pero no todo.
Se deja fuera de la lingüística muchos fenómenos.
Existe un desnivel entre el significado literal y el significado que podríamos llamar “real”, el que el hablante quiere realmente transmitir. No se trata de un mero exceso de significado, sino de un “verdadero desplazamiento”. El hablante dice algo que está más allá de sus palabras.
Tipos de contexto
En general se entiende como el “conjunto de conocimientos y creencias compartidos por los interlocutores de un intercambio verbal y que son pertinentes para producir e interpretar sus enunciados”.
Hay varias teorías sobre el contexto. Se suelen asumir tres tipos: el lingüístico (llamado a veces, cotexto), el situacional (datos del entorno físico inmediato) y el sociocultural (condicionamientos sociales y culturales)
Un aspecto del contexto sociocultural está constituido por los marcos de referencia: los enunciados se interpretan siempre dentro de un marco “metacomunicativo” que clasifica la situación de habla y el papel de los participantes: “hablamos en serio” o “hablamos en broma”. El marco hace presuponer cosas y ayudar a interpretar el lenguaje y a asociar unos significados con otros.
Además, puede pasar que las condiciones sociales que rigen el uso del lenguaje sean más poderosas que las propias reglas de la gramática.
¿Qué es la pragmática?
No está muy claro. Varias definiciones de varios autores: Levinson, Georgia Green, Horn, Sperber y Wilson y su teoría de la relevancia y el conocimiento contextual o Mey con un enfoque más social.
En cualquier caso, la pragmática entronca con otras disciplinas como la psicología cognitiva, la antropología cultural, la filosofía, la sociología y la retórica.
A la lingüística del siglo XX le ha costado mucho admitir que lo extralingüístico deba formar parte del objeto de la lingüística. Saussure, padre de la lingüística moderna, marcó una frontera entre la lengua y el habla. Para Saussure el único objeto posible de la lingüística es la lengua. Al eliminar todo lo que parece intratable, “expulsa de la lingüística al hablante”.
La lingüística generativa y transformacional fundada por Chomsky, también trabajaba en esta misma dirección.
Esta voluntad teórica ha ido cambiando en los últimos treinta años donde ha surgido la pragmática.
A fines de los setenta la lingüística se ve en dificultades para explicar ciertos fenómenos que solo pueden explicarse acudiendo a la noción de contexto.
El valor explicativo del contexto para describir regularidades y generalidades del lenguaje se glosa en este texto con algunos ejemplos. Como es el del orden de las palabras o distribución de la información: “No hay tomates” por “Tomates no hay”, donde ésta última necesita de un enunciado anterior o un marco de referencia, por ejemplo, “ensalada”, para entender su significado.
O Los tratamientos “usted” y “tú”, que también son un ejemplo donde la pragmática está presente. Necesitamos conocer algo más de lo que gramaticalmente se escribe.
La consecuencia de estos ejemplos es que es necesaria la explicación pragmática para describir una serie de regularidades lingüísticas y que es muy difícil estudiar el lenguaje al margen del uso.
La teoría de los actos del habla
Austin, filósofo, y su discípulo Searle, fueron los iniciadores de la pragmática moderna con su teoría de los actos de habla.
La idea es que el lenguaje no solo sirve para describir el mundo, sino también para hacer cosas.
Austin distingue dos tipos de enunciados: asertivos o constatativos, admiten asignaciones de verdad o falso y los performativos, a los que se asigna la condición de “felicidad”, como consecución o no de una acción. En este tipo, “hablar es hacer”.
Posteriormente matiza esta oposición entre constatativo y performativo admitiendo que todas las oraciones son performativas, que sirven para cumplir actos, aunque no sea explícitamente.
Todas las oraciones tienen “significado” y “fuerza”: Significado del enunciado, lo que las palabras dicen; fuerza de la enunciación, lo que las palabras hacen.
A esto se puede agregar un tercer acto posible, el “perlocucionario”, por el cual se producen efectos en el interlocutor (convencerlo, sorprenderlo, asustarlo).
Searle intenta extraer reglas de los actos de habla. Reglas semánticas constitutivas que determinen qué tipo de emisión lingüística, en qué circunstancias, cuenta como tal acto de habla.
La teoría de los actos de habla influyó mucho en las nuevas corrientes lingüísticas, que veían el lenguaje como acción.
En el contexto operan una serie de expectativas sobre la conducta lingüística del interlocutor, que contribuyen a formar el significado de lo que nos quiere decir.
El significado intencional
Uno de los pilares de la pragmática es la noción de significado intencional, la intención del hablante.
Válido para todos los actos de habla. La diferencia entre decir, querer decir y decir sin querer. Comunicarse es lograr que tu interlocutor reconozca nuestra intención.
Grice elaboró dos teorías, la del significado “no natural” y la de las implicaturas. El significado intencional lo denomina “no natural” y lo formula. Interpretar lo que otro dice es reconocerle una intención comunicativa.
La pragmática actual
En resumen, la autora nos indica que la pragmática surge de un descontento dentro de la lingüística; cómo ha surgido en un entorno hostil.
Que comparte intereses por la relación entre lenguaje, sociedad y cultura con otras disciplinas del discurso, sobre todo con la sociolingüística y con el análisis de la conversación.
También comenta que la tendencia actual parece concentrarse en dos conjuntos de problemas interconectados: asuntos relacionados con la estructura de la lengua, como el orden de las palabras en un enunciado y los deícticos. Y por otro, los mecanismos de inferencia que hacen posible la comunicación: el problema de la discrepancia entre significado lógico o gramatical y significado contextual, la ironía, y el porqué elegimos una forma complicada para comunicarnos.
El significado contextual
La autora nos advierte que, si bien todos los estudios relacionados con la pragmática nos acercan a la definición de contexto, no son pocas las controversias generadas en torno al mismo. A lo largo del texto son muchas las anotaciones sobre las discrepancias entre lingüistas y entre los mismos pragmatistas.
A partir de aquí, la autora nos ilustra con el análisis del objeto de estudio de la pragmática.
Existen dos tipos de significado, el significado de la oración y el significado del hablante. La semántica estudia el primer tipo de significado y la pragmática el segundo.
La pragmática se puede entender como una subdisciplina de la gramática, como defiende la autora, aunque algunos lingüistas la localizan fuera.
La lengua es algo convencional, no natural. La pragmática estudia la porción de significado que no es convencional, gramatical, que no está sujeto a reglas. Esto hace que genere cierto recelo su estudio.
La semántica relaciona unas formas lingüísticas con los objetos del mundo que esas formas representan, pero no se pregunta para qué le sirve a un hablante emitir esas formas en un contexto comunicativo: ésa sería la tarea de la pragmática.
Los deícticos
La lengua posee elementos gramaticales que codifican algunos aspectos del contexto. Entre éstos se encuentran los deícticos: hacen conexiones entre lo que se dice y entidades del contexto. Aluden al contexto: a quién va dirigido el mensaje, al tiempo de la acción, etcétera.
Los deícticos están en el límite entre la semántica y la pragmática. A partir del momento en que, para asignar significado a expresiones lingüísticas debemos recurrir al contexto, estamos haciendo pragmática.
Muchos lingüistas creen que la pragmática empieza y termina en esas expresiones y deícticos.
Lo que no está en la gramática no es lingüístico y, por tanto, no puede ser objeto de una ciencia lingüística. Los diferentes deícticos y convenciones cubren parte de ese significado pero no todo.
Se deja fuera de la lingüística muchos fenómenos.
Existe un desnivel entre el significado literal y el significado que podríamos llamar “real”, el que el hablante quiere realmente transmitir. No se trata de un mero exceso de significado, sino de un “verdadero desplazamiento”. El hablante dice algo que está más allá de sus palabras.
Tipos de contexto
En general se entiende como el “conjunto de conocimientos y creencias compartidos por los interlocutores de un intercambio verbal y que son pertinentes para producir e interpretar sus enunciados”.
Hay varias teorías sobre el contexto. Se suelen asumir tres tipos: el lingüístico (llamado a veces, cotexto), el situacional (datos del entorno físico inmediato) y el sociocultural (condicionamientos sociales y culturales)
Un aspecto del contexto sociocultural está constituido por los marcos de referencia: los enunciados se interpretan siempre dentro de un marco “metacomunicativo” que clasifica la situación de habla y el papel de los participantes: “hablamos en serio” o “hablamos en broma”. El marco hace presuponer cosas y ayudar a interpretar el lenguaje y a asociar unos significados con otros.
Además, puede pasar que las condiciones sociales que rigen el uso del lenguaje sean más poderosas que las propias reglas de la gramática.
¿Qué es la pragmática?
No está muy claro. Varias definiciones de varios autores: Levinson, Georgia Green, Horn, Sperber y Wilson y su teoría de la relevancia y el conocimiento contextual o Mey con un enfoque más social.
En cualquier caso, la pragmática entronca con otras disciplinas como la psicología cognitiva, la antropología cultural, la filosofía, la sociología y la retórica.
A la lingüística del siglo XX le ha costado mucho admitir que lo extralingüístico deba formar parte del objeto de la lingüística. Saussure, padre de la lingüística moderna, marcó una frontera entre la lengua y el habla. Para Saussure el único objeto posible de la lingüística es la lengua. Al eliminar todo lo que parece intratable, “expulsa de la lingüística al hablante”.
La lingüística generativa y transformacional fundada por Chomsky, también trabajaba en esta misma dirección.
Esta voluntad teórica ha ido cambiando en los últimos treinta años donde ha surgido la pragmática.
A fines de los setenta la lingüística se ve en dificultades para explicar ciertos fenómenos que solo pueden explicarse acudiendo a la noción de contexto.
El valor explicativo del contexto para describir regularidades y generalidades del lenguaje se glosa en este texto con algunos ejemplos. Como es el del orden de las palabras o distribución de la información: “No hay tomates” por “Tomates no hay”, donde ésta última necesita de un enunciado anterior o un marco de referencia, por ejemplo, “ensalada”, para entender su significado.
O Los tratamientos “usted” y “tú”, que también son un ejemplo donde la pragmática está presente. Necesitamos conocer algo más de lo que gramaticalmente se escribe.
La consecuencia de estos ejemplos es que es necesaria la explicación pragmática para describir una serie de regularidades lingüísticas y que es muy difícil estudiar el lenguaje al margen del uso.
La teoría de los actos del habla
Austin, filósofo, y su discípulo Searle, fueron los iniciadores de la pragmática moderna con su teoría de los actos de habla.
La idea es que el lenguaje no solo sirve para describir el mundo, sino también para hacer cosas.
Austin distingue dos tipos de enunciados: asertivos o constatativos, admiten asignaciones de verdad o falso y los performativos, a los que se asigna la condición de “felicidad”, como consecución o no de una acción. En este tipo, “hablar es hacer”.
Posteriormente matiza esta oposición entre constatativo y performativo admitiendo que todas las oraciones son performativas, que sirven para cumplir actos, aunque no sea explícitamente.
Todas las oraciones tienen “significado” y “fuerza”: Significado del enunciado, lo que las palabras dicen; fuerza de la enunciación, lo que las palabras hacen.
A esto se puede agregar un tercer acto posible, el “perlocucionario”, por el cual se producen efectos en el interlocutor (convencerlo, sorprenderlo, asustarlo).
Searle intenta extraer reglas de los actos de habla. Reglas semánticas constitutivas que determinen qué tipo de emisión lingüística, en qué circunstancias, cuenta como tal acto de habla.
La teoría de los actos de habla influyó mucho en las nuevas corrientes lingüísticas, que veían el lenguaje como acción.
En el contexto operan una serie de expectativas sobre la conducta lingüística del interlocutor, que contribuyen a formar el significado de lo que nos quiere decir.
El significado intencional
Uno de los pilares de la pragmática es la noción de significado intencional, la intención del hablante.
Válido para todos los actos de habla. La diferencia entre decir, querer decir y decir sin querer. Comunicarse es lograr que tu interlocutor reconozca nuestra intención.
Grice elaboró dos teorías, la del significado “no natural” y la de las implicaturas. El significado intencional lo denomina “no natural” y lo formula. Interpretar lo que otro dice es reconocerle una intención comunicativa.
La pragmática actual
En resumen, la autora nos indica que la pragmática surge de un descontento dentro de la lingüística; cómo ha surgido en un entorno hostil.
Que comparte intereses por la relación entre lenguaje, sociedad y cultura con otras disciplinas del discurso, sobre todo con la sociolingüística y con el análisis de la conversación.
También comenta que la tendencia actual parece concentrarse en dos conjuntos de problemas interconectados: asuntos relacionados con la estructura de la lengua, como el orden de las palabras en un enunciado y los deícticos. Y por otro, los mecanismos de inferencia que hacen posible la comunicación: el problema de la discrepancia entre significado lógico o gramatical y significado contextual, la ironía, y el porqué elegimos una forma complicada para comunicarnos.
Etiquetas:
davidwika,
graciela reyes,
lengua española,
pragmática
viernes, 3 de abril de 2009
Reseña sobre el texto extraído del libro: ”Metáforas de la vida cotidiana”, de LAKOFF, George y JOHNSON, Mark, Cátedra, Madrid, 1991.
En este texto los autores nos acercan al mundo de la metáfora.
Basándose en el principio clásico del origen de la metáfora y su clasificación en metáforas vivas y fósiles, trazan una nueva visión sobre este fenómeno lingüístico.
Se apunta la influencia de Whorf como punto de partida en sus investigaciones.
Los autores plantean una clasificación donde tanto metáforas vivas como fósiles constituyen un todo común dinámico y activo.
En el texto se alude a los mecanismos de construcción de las metáforas y su resultado (catacresis, “frases hechas”, metáforas plenas, el isomorfismo, etcétera); a su origen incierto y propio de cada lengua. Además de exponer con claridad la necesidad de expresarnos mediante metáforas y la analogía de las mismas en las diferentes lenguas.
Así, definen estos grupos de metáforas:
Metáforas de orientación, metáforas ontológicas y metáforas estructurales.
Básicamente fundamentada en dos ejes:
Que “las metáforas impregnan el lenguaje cotidiano, formando una red compleja e interrelacionada para la que tienen pertinencia tanto las creaciones más nuevas como las 'fosilizaciones'” (p.12)
Y esta red afecta a las representaciones internas, a la visión que el hablante tenga del mundo.
Los autores presentan un modelo donde los campos metafóricos del lenguaje y la experiencia están en continuo enfrentamiento.
Es esta clave experimental la que marca la diferencia con trabajos anteriores y el aporte fundamental de Lakoff y Johnson al estudio de la metáfora. Su arraigo con la vivencia experimental del ser hablante.
Basándose en el principio clásico del origen de la metáfora y su clasificación en metáforas vivas y fósiles, trazan una nueva visión sobre este fenómeno lingüístico.
Se apunta la influencia de Whorf como punto de partida en sus investigaciones.
Los autores plantean una clasificación donde tanto metáforas vivas como fósiles constituyen un todo común dinámico y activo.
En el texto se alude a los mecanismos de construcción de las metáforas y su resultado (catacresis, “frases hechas”, metáforas plenas, el isomorfismo, etcétera); a su origen incierto y propio de cada lengua. Además de exponer con claridad la necesidad de expresarnos mediante metáforas y la analogía de las mismas en las diferentes lenguas.
Así, definen estos grupos de metáforas:
Metáforas de orientación, metáforas ontológicas y metáforas estructurales.
Básicamente fundamentada en dos ejes:
Que “las metáforas impregnan el lenguaje cotidiano, formando una red compleja e interrelacionada para la que tienen pertinencia tanto las creaciones más nuevas como las 'fosilizaciones'” (p.12)
Y esta red afecta a las representaciones internas, a la visión que el hablante tenga del mundo.
Los autores presentan un modelo donde los campos metafóricos del lenguaje y la experiencia están en continuo enfrentamiento.
Es esta clave experimental la que marca la diferencia con trabajos anteriores y el aporte fundamental de Lakoff y Johnson al estudio de la metáfora. Su arraigo con la vivencia experimental del ser hablante.
Etiquetas:
davidwika,
lakoff,
lengua española,
metáfora
martes, 31 de marzo de 2009
Proyecto Creativo sobre el Diccionario
"El Diccionario y los Vulgarismos" es un proyecto audiovisual realizado como práctica dentro de la asignatura de "Lengua Española".
La premisa era la siguiente:
Hacer un proyecto creativo donde el diccionario fuera el protagonista y donde la palabra tuviera también un protagonismo especial.
El equipo de Spanish Wika cree que el objetivo se ha cumplido. Haciendo una llamada de atención, con este producto, sobre el uso de los vocablos.
Tanto de los que se usan en un contexto equivocado, por desconocimiento de su significado, como por ejemplo, el uso de la palabra "morriña" en lugar de "modorra"; como los empleados tras una incorrecta regla de derivación: mondarina, carnecería, etcétera.
Además, el uso de vocablos propios de diferentes jergas, debe ser contrastado con la norma, cuando queramos emplear un lenguaje correcto.
La premisa era la siguiente:
Hacer un proyecto creativo donde el diccionario fuera el protagonista y donde la palabra tuviera también un protagonismo especial.
El equipo de Spanish Wika cree que el objetivo se ha cumplido. Haciendo una llamada de atención, con este producto, sobre el uso de los vocablos.
Tanto de los que se usan en un contexto equivocado, por desconocimiento de su significado, como por ejemplo, el uso de la palabra "morriña" en lugar de "modorra"; como los empleados tras una incorrecta regla de derivación: mondarina, carnecería, etcétera.
Además, el uso de vocablos propios de diferentes jergas, debe ser contrastado con la norma, cuando queramos emplear un lenguaje correcto.
Este es el proyecto:
Etiquetas:
lengua española,
spanishwika,
vulgarismo
lunes, 30 de marzo de 2009
Reseña Lakoff y Johnson.
Davila Santiago, Alexandre
Grupo 41
RESEÑA DE LA INTRODUCCIÓN AL TEXTO DE LAKOFF y JOHNSON “METÁFORAS DE LA VIDA COTIDIANA”.
En este texto se va más allá del apartado meramente literario y se refiere a las metáforas en un campo mucho más amplio como es el de la vida cotidiana. La metáfora, con todas sus variantes y en todos sus niveles, es utilizada en nuestro vocabulario habitual para referirnos a hechos comunes. Esto es debido a nuestra herencia cultural, pues nuestra lengua fue evolucionando conforme a nuestra cultura a lo largo de los tiempos. Las frases hechas en su gran mayoría son metáforas y estas tienen todas una explicación lógica que deriva de elementos culturales acoplados al idioma. Por lo tanto estamos utilizando continuamente en nuestras conversaciones metáforas o recursos literarios semejantes a la metáfora y de forma totalmente espontánea. Estas expresiones son normales en todas las lenguas hasta tal punto que hay muchas cosas que no se podrían decir si no se recurriese al uso metafórico de las palabras. Pero como ya he citado anteriormente, estas construcciones metafóricas son fruto de la evolución cultural e histórica y debido a eso no hay unas metáforas universales al que se atengan todas las lenguas. Se puede dar el caso de que para un mismo significado metafórico dos lenguas usen palabras completamente diferentes en su significado literal, un ejemplo de esto es la expresión “conejillo de indias” en ingles es “Guinean pig (cerdo guineano)”.
Distinguimos diferentes tipos de metáforas. Por un lado podemos decir que existen unas más vivas, creativas, que surgen de la intersección de un determinado contexto de una nota que proviene de otro distinto como por ejemplo en el enunciado “Pedro es un lince”. Por otro lado también existen otras metáforas más denominadas fósiles o catacresis que podrían considerarse casi como casos de homonimia. Un ejemplo de estas es: “La extensión de mis conocimientos“. Metáforas muy frecuentes son las de relacionar las palabras y los pensamientos como objetos físicos. Así podemos esconder nuestras ideas o no soltar una palabra por ejemplo. La clasificación que Lakoff y Johnson hacen de las metáforas dice que existen metáforas de orientación, metáforas ontológicas y metáforas estructurales. Al fenómeno de identificación entre metáfora y realidad le llaman isomorfismo.
Para terminar, es importante decir que el campo de las metáforas es un campo que trajo consigo muchos estudios, no solo Lakoff y Johnson se atrevieron a estudiar esto y realizar una clasificación. Otro autor como Whorf, entre otros, también desarrollo su teoría de la cotidianidad de las metáforas y su obra fue tomada como referencia para desarrollar el texto del que hago mi trabajo.
Grupo 41
RESEÑA DE LA INTRODUCCIÓN AL TEXTO DE LAKOFF y JOHNSON “METÁFORAS DE LA VIDA COTIDIANA”.
En este texto se va más allá del apartado meramente literario y se refiere a las metáforas en un campo mucho más amplio como es el de la vida cotidiana. La metáfora, con todas sus variantes y en todos sus niveles, es utilizada en nuestro vocabulario habitual para referirnos a hechos comunes. Esto es debido a nuestra herencia cultural, pues nuestra lengua fue evolucionando conforme a nuestra cultura a lo largo de los tiempos. Las frases hechas en su gran mayoría son metáforas y estas tienen todas una explicación lógica que deriva de elementos culturales acoplados al idioma. Por lo tanto estamos utilizando continuamente en nuestras conversaciones metáforas o recursos literarios semejantes a la metáfora y de forma totalmente espontánea. Estas expresiones son normales en todas las lenguas hasta tal punto que hay muchas cosas que no se podrían decir si no se recurriese al uso metafórico de las palabras. Pero como ya he citado anteriormente, estas construcciones metafóricas son fruto de la evolución cultural e histórica y debido a eso no hay unas metáforas universales al que se atengan todas las lenguas. Se puede dar el caso de que para un mismo significado metafórico dos lenguas usen palabras completamente diferentes en su significado literal, un ejemplo de esto es la expresión “conejillo de indias” en ingles es “Guinean pig (cerdo guineano)”.
Distinguimos diferentes tipos de metáforas. Por un lado podemos decir que existen unas más vivas, creativas, que surgen de la intersección de un determinado contexto de una nota que proviene de otro distinto como por ejemplo en el enunciado “Pedro es un lince”. Por otro lado también existen otras metáforas más denominadas fósiles o catacresis que podrían considerarse casi como casos de homonimia. Un ejemplo de estas es: “La extensión de mis conocimientos“. Metáforas muy frecuentes son las de relacionar las palabras y los pensamientos como objetos físicos. Así podemos esconder nuestras ideas o no soltar una palabra por ejemplo. La clasificación que Lakoff y Johnson hacen de las metáforas dice que existen metáforas de orientación, metáforas ontológicas y metáforas estructurales. Al fenómeno de identificación entre metáfora y realidad le llaman isomorfismo.
Para terminar, es importante decir que el campo de las metáforas es un campo que trajo consigo muchos estudios, no solo Lakoff y Johnson se atrevieron a estudiar esto y realizar una clasificación. Otro autor como Whorf, entre otros, también desarrollo su teoría de la cotidianidad de las metáforas y su obra fue tomada como referencia para desarrollar el texto del que hago mi trabajo.
martes, 17 de marzo de 2009
Reseña sobre el texto extraído del libro: “MORFOLOGIA LEXICA: LA FORMACION DE PALABRAS” de Soledad Ortega Varela
En este texto la autora nos acerca al proceso de creación del vocabulario en la lengua española.
Sobre la formación de palabras
En primer lugar se realiza un repaso a las diversas fuentes de vocabulario de la lengua española: vocablos heredados del latín vulgar (voces patrimoniales), semicultismos y cultismos o latinismos.
Que producen distintas derivaciones de vocablos.
También se apuntan otras fuentes de léxico: del griego los helenismos, así como los llamados préstamos de otras lenguas: arabismos, anglicismos, etcétera.
En relación con estos préstamos realiza un análisis de los mismos, clasificándolos en:
a)Extranjerismos: Donde la lengua española adopta la palabra tal cual: Ejemplo: “reality show”.
b)Adaptación del extranjerismo: Se usa como basa la palabra extranjera y se adapta a nuestra lengua: Ejemplo: hamburger/ hamburguesa.
c)Calco semántico: traducción del extranjerismo: Ejemplo: “perrito caliente” por “hot dog”.
d) Otro préstamo semántico, este por imitación: Incorpora por imitación el significado que tiene en otro idioma. Por ejemplo: agenda (como tareas del día).
f) Préstamo morfológico: ejemplo, el sufijo “–al” para adjetivos. Ejemplo: del inglés “minimal” a minimalista.
El vocabulario español se enriquece también gracias a procedimientos internos, a través de mecanismos formales o morfológicos.
Formación de palabras
La derivación es el procedimiento mediante el cual se forman palabras nuevas mediante el uso de afijos (prefijos y sufijos, etcétera) y la composición.
El latín y el griego son una fuente directa de derivación para la creación de términos para la ciencia y la tecnología.
Otros términos nuevos son los denominados neologismos semánticos. Son aquellos que se forman mediante recursos semánticos como la metáfora, la metonimia, la elipsis y la “etimología popular”.
Algunos ejemplos de estos recursos:
Metáfora:
“Bocacalle”:
Usa la palabra “boca” para componer una palabra ajena a su significado aislado.
Metonimia:
“El abuelo ha puesto el belén”:
Se usa la palabra “belén”, que es el nombre de una población, para denominar el objeto decorativo navideño que representa el nacimiento de Jesucristo en la tradición cristiana.
Elipsis:
“Anticongelante”:
Uso del adjetivo “anticongelante” para denominar “líquido anticongelante”, eliminando el sustantivo “líquido”.
Etimología popular:
“Vagamundo”: Palabra aceptada en el diccionario (no siempre se aceptan), y que refuerza la semántica de la palabra usando “–mundo” en lugar de “–bundo”, en su composición. Estas palabras se generan y popularizan.
También la autora hace referencia a la terminología, conjunto de palabras propio de una determinada profesión, ciencia o materia que son formadas a través de procedimientos que califica de “formaciones de laboratorio”(p.10). Normalmente se trabaja con términos que provienen del latín y del griego.
También hay palabras ya existentes que toman dentro de la terminología específica un significado distinto. Es el caso de “bucle” en informática.
Otras creaciones léxicas proceden del uso literario: autores que se inventan palabras jugando con su fonética, etimología, etcétera.
Más creaciones léxicas son los vulgarismos y coloquialismos. Generalmente no aceptadas en la norma. Proceden de un uso erróneo de los procesos de derivación.
Por ejemplo: “ostentóreo” (mezcla de estentóreo y ostentoso).
El análisis de las palabras complejas
Primeramente se realiza un análisis de los distintos morfemas:
-Lexemas (significado léxico).
-Morfemas ligados: (afijos). Que pueden ser, bien gramaticales( flexivos) o derivativos (tienen contenido léxico).
También se aborda el concepto de “tema”. Son aquellos lexemas que necesitan algo más que un afijo flexivo para constituir una palabra. Necesitan obligatoriamente algún afijo derivativo ó combinarse con otros lexemas.
Ejemplo: El lexema “eco”. Que puede formar por ejemplo, ecología o ecosistema.
¿Cómo segmentar las palabras?
La autora advierte que el conocimiento de los morfemas es fundamental para poder segmentar las palabras. A veces esta labor no es simple y se requiere el uso de la comparación con palabras de construcción similar para los casos que ofrezcan dudas en cuanto a la segmentación.
Ej: cafecito: café-c-ito ó caf-ec-ito.
Para terminar, el texto recoge el concepto de “alomorfía”. Morfemas con variantes formales que tienen semejanza formal y comparten el mismo significado.
Ejemplo:
Lluvioso y pluvioso.
Morfemas alomorfos: “lluvi-“ y “pluvi-“
En resumen, la autora recoge en el texto un repaso exhaustivo por la formación del vocabulario, atendiendo tanto a su origen como a su proceso de formación.
Sobre la formación de palabras
En primer lugar se realiza un repaso a las diversas fuentes de vocabulario de la lengua española: vocablos heredados del latín vulgar (voces patrimoniales), semicultismos y cultismos o latinismos.
Que producen distintas derivaciones de vocablos.
También se apuntan otras fuentes de léxico: del griego los helenismos, así como los llamados préstamos de otras lenguas: arabismos, anglicismos, etcétera.
En relación con estos préstamos realiza un análisis de los mismos, clasificándolos en:
a)Extranjerismos: Donde la lengua española adopta la palabra tal cual: Ejemplo: “reality show”.
b)Adaptación del extranjerismo: Se usa como basa la palabra extranjera y se adapta a nuestra lengua: Ejemplo: hamburger/ hamburguesa.
c)Calco semántico: traducción del extranjerismo: Ejemplo: “perrito caliente” por “hot dog”.
d) Otro préstamo semántico, este por imitación: Incorpora por imitación el significado que tiene en otro idioma. Por ejemplo: agenda (como tareas del día).
f) Préstamo morfológico: ejemplo, el sufijo “–al” para adjetivos. Ejemplo: del inglés “minimal” a minimalista.
El vocabulario español se enriquece también gracias a procedimientos internos, a través de mecanismos formales o morfológicos.
Formación de palabras
La derivación es el procedimiento mediante el cual se forman palabras nuevas mediante el uso de afijos (prefijos y sufijos, etcétera) y la composición.
El latín y el griego son una fuente directa de derivación para la creación de términos para la ciencia y la tecnología.
Otros términos nuevos son los denominados neologismos semánticos. Son aquellos que se forman mediante recursos semánticos como la metáfora, la metonimia, la elipsis y la “etimología popular”.
Algunos ejemplos de estos recursos:
Metáfora:
“Bocacalle”:
Usa la palabra “boca” para componer una palabra ajena a su significado aislado.
Metonimia:
“El abuelo ha puesto el belén”:
Se usa la palabra “belén”, que es el nombre de una población, para denominar el objeto decorativo navideño que representa el nacimiento de Jesucristo en la tradición cristiana.
Elipsis:
“Anticongelante”:
Uso del adjetivo “anticongelante” para denominar “líquido anticongelante”, eliminando el sustantivo “líquido”.
Etimología popular:
“Vagamundo”: Palabra aceptada en el diccionario (no siempre se aceptan), y que refuerza la semántica de la palabra usando “–mundo” en lugar de “–bundo”, en su composición. Estas palabras se generan y popularizan.
También la autora hace referencia a la terminología, conjunto de palabras propio de una determinada profesión, ciencia o materia que son formadas a través de procedimientos que califica de “formaciones de laboratorio”(p.10). Normalmente se trabaja con términos que provienen del latín y del griego.
También hay palabras ya existentes que toman dentro de la terminología específica un significado distinto. Es el caso de “bucle” en informática.
Otras creaciones léxicas proceden del uso literario: autores que se inventan palabras jugando con su fonética, etimología, etcétera.
Más creaciones léxicas son los vulgarismos y coloquialismos. Generalmente no aceptadas en la norma. Proceden de un uso erróneo de los procesos de derivación.
Por ejemplo: “ostentóreo” (mezcla de estentóreo y ostentoso).
El análisis de las palabras complejas
Primeramente se realiza un análisis de los distintos morfemas:
-Lexemas (significado léxico).
-Morfemas ligados: (afijos). Que pueden ser, bien gramaticales( flexivos) o derivativos (tienen contenido léxico).
También se aborda el concepto de “tema”. Son aquellos lexemas que necesitan algo más que un afijo flexivo para constituir una palabra. Necesitan obligatoriamente algún afijo derivativo ó combinarse con otros lexemas.
Ejemplo: El lexema “eco”. Que puede formar por ejemplo, ecología o ecosistema.
¿Cómo segmentar las palabras?
La autora advierte que el conocimiento de los morfemas es fundamental para poder segmentar las palabras. A veces esta labor no es simple y se requiere el uso de la comparación con palabras de construcción similar para los casos que ofrezcan dudas en cuanto a la segmentación.
Ej: cafecito: café-c-ito ó caf-ec-ito.
Para terminar, el texto recoge el concepto de “alomorfía”. Morfemas con variantes formales que tienen semejanza formal y comparten el mismo significado.
Ejemplo:
Lluvioso y pluvioso.
Morfemas alomorfos: “lluvi-“ y “pluvi-“
En resumen, la autora recoge en el texto un repaso exhaustivo por la formación del vocabulario, atendiendo tanto a su origen como a su proceso de formación.
Etiquetas:
davidwika,
lengua española,
morfología léxica,
varela
martes, 10 de marzo de 2009
La acronimia.
El DPD define acrónimo como "el término formado por la unión de elementos de dos o más palabras".
Ej: teleñeco, de televisión y muñeco; docudrama, de documental dramático;Mercosur, de
Mercado Común del Sur.
Por otro lado, también se llama acrónimo a la sigla que se pronuncia como una palabra. Por tanto, por el hecho de tener un origen de siglas, se escribían en un principio con mayúsculas, pero al haberse incorporado al léxico se escriben con minúsculas, excepto las palabras que sean nombres propios, que comenzarían evidentemente con mayúscula.
Ej: ovni, sida, Unicef
La opinión de Pedro Álvarez de Miranda, de la Universidad Autónoma de Madrid, es que acrónimo debe encuadrarse en el terreno de la formación de siglas, en el que por norma general se mantiene su forma extranjera. Según él, el blending ( así llama a la formación de acrónimos) en la lengua española no ha arraigado demasiado, pues encuentra en muchos escritos la utilización de acrónimos que son válidos en el habla, pero que no debemos tomar demasiado enserio a la hora de sistematizar hechos de lengua. Da ejemplos como dedocracia, dictablanda o chupóptero. Llega así a la conclusión de que productividad del auténtico blending en español es bajísima, en lo que se refiere a productividad de la lengua, y no a productividad estilística.
Sin embargo, nos propone algunos ejemplos de formaciones españolas que sí han obtenido mucho éxito y aceptación:
Ej: cantautor (cantante+autor); frontenis (frontón+tenis).
La acronimia es un fenómeno muy extendido por los países anglosajones, y especialmente en ámbitos científico-técnicos. en nuestra lengua se han introducido muchos términos de origen inglés
Ej: radar, por ra[dio] d[etecting] a[nd] r[anging]; láser, por l[ight] a[mplification by] s [timulated] e[mission of] r[adiation]; púlsar o pulsar, de puls[ating st]ar.
Por otro lado, algunos términos se han traducido a nuestra lengua, como por ejemplo sida ( sindrome de inmunodeficiencia adquirido) que en inglés sería aids.
En cuanto al género y número, el DPD dice que estas palabras siguen las normas generales de formación del plural. ( ovnis, ucis).
Aquí tenemos algunos ejemplos de películas cuyos nombres son acrónimos:
fuentes utilizadas:
- Diccionario panhispánico de dudas.
-artículo de Cervantesvirtual.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)